Buscar este blog

Archivo del Blog

lunes, 1 de febrero de 2010

Ande para Correr

Hola amigos,
Cómo tenemos algunos nuevos integrantes, voy reactivar algunos posts antiguos.

Ande para Correr

La gran marcha empieza con el primer paso, muchos son los atletas que empezaron sus trayectorias con caminadas pequeñas y con gran falta de aire, paso a paso. No me refiero a los atletas de punta, que empezaron a entrenar tan jóvenes que quizá no logran recordar cómo fue que todo aconteció, más a los corredores de calle, amadores en el sentido más puro de la palabra: Aquellos que hacen algo por amor y devoción, sin esperar ningún tipo de recompensa material.

Para quien desea correr por amor, siempre es hora de empezar, siempre hay tiempo, siempre es posible. Basta tener voluntad de dar el primer paso.
 
El primer paso es siempre el más difícil. Si procurarnos disculpas para no dar este paso, ciertamente las encontraremos. Exceso de trabajo, falta de trabajo, clima seco, clima húmedo, frío, calor, despertar temprano es difícil, dormir tarde es agotador, entrenar por la noche es aburrido, entrenar en el día cansa, tengo un perro, tengo pies planos, no tengo zapatilla, etc... etc... etc...

Busque una justificación para no empezar y usted ciertamente la encontrará. Yo mismo soy capaz de escribir un libro con el titulo "Las miles consagradas disculpas para huir de un entrenamiento". Entretanto, si usted vencer su propia acomodación y dar el primer paso, descubrirá que este paso, que es el más difícil, también es el más gratificante.        

Conozco gente que empezaron a correr cuando eran obesa. Gente que mal lograba caminar, dieron los primeros pasos pensando apenas en perder un "poquito" de peso, tomaron gusto por la ruta en el parque, pasaron a dar unas "trotaditas" entre las caminadas, alternaron trote con la caminada y, finalmente, pasaron a correr de verdad. Algunos corrieron más fuerte y acabaron magros, en cuanto otros corrieron más tranquilos y continuaron un tanto gorditos. Gorditos, sí, pero un corredor gordito también es lleno de salud y disposición.

Conozco gente que empezó a correr por recomendación médica. Gente que resolvió correr no cuando estaba con salud pero sí cuando estaba mala, en proceso de recuperación. Fisioterapia quizá tenga sido el motivo inicial. Caminadas para mejorar la condición cardíaca; para recuperar tendones lesionados y reconstruidos; para auxiliar en la circulación; para curar el estrés. Terapia. Estas personas también empezaron con el primer paso, se tornaron  "caminantes" y acabaron corriendo. Curiosamente, se quedaron más saludables después de la enfermedad.

Conozco gente que tenía el físico perfecto, esculpido en horas y horas semanales en una sala de gimnasio, pero que no lograba subir una escalera sin tener la impresión de que el corazón saltaría por la boca. Gente con abdominales de acero, pero que bajaba del avión en una ciudad de grande altitud y casi necesitaba un balón de oxigeno. Personas que, de tanto experimentar aquellos tantos equipos de los gimnasios, acabaron se atreviendo a subir en una trotadora para una caminada chica, fueron apretando aquellas setas para cima que aumentan la velocidad de la trotadora y cuando si dieron cuenta, ya estaban corriendo. Algunos trocaron el gimnasio por la luz del sol, en cuanto otros, animales de cautiverio habituados al fitness centers, acabaron se quedando por allí mismo. Pero el facto es que todos viraron corredores.    

Conozco gente que aprendió a caminar con un año de edad, a andar de bicicleta a los siete y correr solamente después de los 70. Sintiéndose viejitos, empezaron caminando. Pero quien dice que los abuelos no pueden correr? Mismo después de los 70 años, un paso lleva al otro, un pasito más apresado lleva aquella trotadita de abuelito y cuando menos espera, el abuelito está corriendo más que los nietitos. Y el nieto agradece, claro, pues un abuelo corredor tiene enormes posibilidades de ser bisabuelo - y quizá hasta tatarabuelo.

No importa si usted es demasiado joven, demasiado viejo, demasiado flaco o demasiado gordo: usted puede correr. Entretanto, usted no necesita tomar la decisión de empezar a correr, así, de una hora para la otra. Tome apenas la decisión de dar el primer paso. La decisión de caminar. Si usted tomar gusto por la caminada, si caminar con constancia, con dedicación y cada vez más fuerte, será apenas una cuestión de tiempo hasta usted llegar a la corrida.

Si todo dar errado y usted no llegar a correr nunca, si se quedar sólo con las caminadas, caminando usted estará mucho mejor do que sentado. Entre una buena caminada y se quedar en el sofá operando el controle remoto de la TV, la caminada es mucho mejor.

La vida esta allá afuera, amigos. Corran atrás de ella. O mejor: empiecen caminando atrás de ella. Y después, corran.

Empiece flaco para terminar fuerte."

Saludos cordiales.

Jeison Costa

No hay comentarios.:

Publicar un comentario